El Yoga físico
Acerca de nuestro cuerpo
El aspecto más conocido del Yoga es el de los ejercicios físicos. Estos ejercicios son, en general, posturas corporales que se realizan armonizando los movimientos con la respiración y la concentración mental. El nombre sánscrito de las posturas de Yoga es ásana, que significa 'posición del cuerpo firme y confortable'. Sin embargo, la disicplina física del Yoga no se limita a adoptar distintas posiciones corporales.
El cuerpo es a la vez el vehículo y el canal de percepción y expresión de la mente y es también un medio que podemos emplear para lograr un estado de unicidad, equilibrio y plenitud. Si imaginamos al cuerpo como una compleja máquina biológica, es lógico pensar que necesita ser mantenido y preservado en las mejores condiciones posibles, para asegurar su correcto desempeño y prolongar su vida útil. Un cuerpo enfermo o desequilibrado dificulta el desarrollo y la expresión de la mente y, en definitiva, resiente nuestra calidad de vida.
Los pilares del cuidado corporal en el Yoga son:
- Alimentación vegetariana.
- Disiciplina física (ásanas, ejercicios de respiración, desintoxicación, etc).
- Medicina natural (siempre que sea posible).
Estos recursos se utilizan para mejorar el equilibrio dinámico del cuerpo y de la mente, favoreciendo el correcto funcionamiento del sistema nervioso, las glándulas, la respiración, la digestión y el aparato locomotor.
Desde el punto de vista psicofísico, podemos definir al Yoga como la unión armonizada del cuerpo, la respiración, la energía vital, la mente y la conciencia. El estado de Yoga es experimentar la íntima conexión entre cuerpo, mente y alma.
Las ásanas
ásanas (pronunciado aásanas o ásanas) es el nombre en sánscrito de los ejercicios físicos (posturas) de Yoga. Si bien pueden parecer simplemente posiciones corporales, las ásanas combinan movimientos suaves y controlados, conciencia corporal, concentración mental, respiración sincronizada con los movimientos, pausas respiratorias, elongación muscular, movilización articular y relajación profunda.
La práctica regular de las posturas de Yoga mejora sensiblemente el estado físico, mental y emocional, de forma suave y agradable. Son ejercicios que favorecen el buen funcionamiento de todos los sistemas corporales, especialmente del sistema nervioso y del sistema glandular. Estas técnicas fueron desarrolladas, de forma práctica y experimental, durante mucho tiempo y por muchas personas, con el objetivo de alcanzar un estado de serenidad y concentración mental, en armonía con un cuerpo equilibrado y saludable.
Las clases de Yoga corporal
Durante las clases priorizamos al practicante, adaptando las posiciones del cuerpo y las técnicas en general a sus necesidades y posibilidades, como ser humano único e irrepetible. Guiamos a cada persona para que sienta y desarrolle la propiocepción, la sincronía de los movimientos con la respiración, los movimientos suaves y controlados, la relajación profunda, la conciencia corporal y la concentración mental. Practicamos un sistema de Yoga inclusivo, orientado a favorecer la participación de personas de diferentes edades y condiciones físicas. Partimos de la premisa de no dañarnos, ni física ni psicológicamente, por lo que alentamos el cuidado y la consideración con el propio cuerpo y con los sentimientos que nos genera la práctica.
Preguntas frecuentes sobre las ásanas
Pregunta: ¿Es lo mismo practicar ásanas que practicar Yoga?
Respuesta: No exactamente. Las ásanas son una parte importante del Yoga, pero ásanas y Yoga no son sinónimos. En la actualidad se estila decir 'clases de Yoga' o 'práctica de Yoga' para referirse a la práctica de las ásanas y otros ejercicios físicos afines. Esto se acepta porque ya está impuesto por la costumbre, pero es bueno saber que el Yoga es mucho más que la práctica física. Por ejemplo, la suma es una operación aritmética incluida en la matemática, pero no sería correcto decir que suma y matemática son sinónimos.
Pregunta: ¿Cualquier persona puede practicar ásanas?
Respuesta: Sí, pero no todas las personas pueden hacer todas las posturas. La práctica debe ajustarse a la condición particular de cada uno. Apoyamos la afirmación que dice: «las ásanas deben adaptarse al practicante, y no al revés».
Pregunta: ¿Las posturas de Yoga implican algún riesgo para el practicante?
Respuesta: Como cualquier práctica física, pueden hacer daño si se realizan de manera inapropiada. Por eso es importante contar con la guía de un instructor capacitado, sobre todo cuando no se tiene experiencia.
Pregunta: ¿Cómo sé si estoy haciendo una práctica incorrecta, que me pueda dañar?
Respuesta: Durante la práctica se trabaja para desarrollar la propiocepción —la percepción de uno mismo— y para sentir los mensajes de nuestro cuerpo. El dolor, la fatiga, la agitación, el ritmo cardíaco alterado, los mareos, etc., son indicadores que nos alertan cuando estamos exigiendo a nuestro cuerpo más allá de su capacidad. Interpretar estos mensajes corporales nos permite controlar nuestra práctica para obtener los mayores beneficios, sin dañarnos innecesariamente.
Pregunta: ¿Las ásanas tienen contraindicaciones?
Respuesta: Sí. Por eso se tienen en cuenta ciertos datos importantes sobre el estado físico del practicante. La hipertensión arterial u ocular, los trastornos anatómicos o funcionales de la columna vertebral, intervenciones quirúrgicas, enfermedades crónicas, estados emocionales alterados, etc., se toman en consideración para regular el tipo y la intensidad de las posturas que se practican.
Pregunta: ¿Se necesita alguna experiencia previa para comenzar la práctica del Yoga?
Respuesta: No, pero como ya mencionamos, es importante contar con la guia de un instructor. Hay un período de aprendizaje inicial en el que se desarrolla la conciencia y el control del cuerpo, la respiración, los movimientos, las pausas, la concentración, la relajación, etc. Estas habilidades se aplican luego a la práctica en general, haciéndola más placentera y efectiva.
Pregunta: ¿Qué pasa si no logro hacer las posturas más difíciles o complicadas?
Respuesta: Nada. El Yoga físico no es una competencia, ni un deporte, ni una exhibición. Todos tenemos ciertas capacidades y ciertas limitaciones. La práctica regular aumenta nuestras capacidades y nos ayuda a superar los obstáculos, hasta un límite. Somos seres únicos y, por lo tanto, también es única la forma en que nos expresamos, física y mentalmente. Es bueno percibir al cuerpo como una maravillosa máquina biológica que nos permite hacer muchas cosas, que no tienen por qué ser iguales a las que hacen otros.
Pregunta: ¿Hay un límite de edad para la práctica de las ásanas?
Respuesta: No. La edad es un factor más de los que se toman en cuenta para adaptar la práctica, pero no es excluyente. En muchos casos las limitaciones más importantes son debido a la condición física en general, pero no necesariamente por la edad. Obviamente que la práctica varía a medida que cumplimos años, pero eso no significa que un tipo de práctica sea "mejor" o "más apropiado" que otra. Hay muchos ejemplos de personas de ochenta, noventa y hasta más de cien años que practican ásanas.
Pregunta: ¿Las ásanas son más adecuadas para la mujer?
Respuesta: No. Existe esa creencia popular debido a que, en general, hay muchas más mujeres que hombres en las clases de Yoga. Paradójicamente, el Yoga fue desarrollado originalmente por hombres y para hombres, debido al entorno patriarcal —o si se quiere machista— de la sociedad india tradicional. Es cierto que en la actualidad hay ásanas más apropiadas para el cuerpo de la mujer y otras para el hombre, pero el Yoga es una disciplina para el ser humano en general, más allá de las distinciones sexuales —y de cualquier otra distinción—.
Pregunta: ¿Se practican ásanas durante el embarazo?
Respuesta: Se recomienda la práctica de ejercicios suaves y algunas ásanas modificadas y adaptadas a la condición especial de la mujer durante ese período. Se trabaja especialmente la relajación profunda, la respiración, la conciencia corporal, la concentración mental y la elongación muscular. No se aconseja la práctica intensa de las ásanas debido a la exigencia mecánica en el abdomen y para no interferir con el funcionamiento glandular de la mujer embarazada.
Pregunta: ¿Los niños pueden practicas posturas de Yoga regularmente?
Respuesta: No antes de la madurez sexual. Los niños pequeños pueden practicar ejercicios y juegos inspirados en las ásanas, la respiración y la concentración. No es conveniente exigir el cuerpo de un niño con ásanas intensas, porque sus glándulas y su sistema nervioso todavía no están desarrollados plenamente. La capacidad de atención y concentración de los niños es mucho menor que la de los adultos, por lo que necesitan otro tipo de práctica, más dinámica, entretenida y orientada al juego. En eso consiste el llamado «Yoga para niños».
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